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Como todos los años, por estas fechas, ya ha comenzado la Campaña de Vacunación Antigripal 2017- 2018 (más concretamente este año se empezó a vacunar a partir del 23 de octubre). Esta actuación se realiza con la colaboración del Consejo de Colegios Farmacéuticos de Canarias (COFCAN) y de la Dirección General de Salud Pública (DGSP). La gripe es una enfermedad aguda respiratoria causada por el virus de la gripe.

Existen 3 tipos de virus gripales: A, B y C, siendo el primero de ellos el principal causante de las epidemias anuales que se sufren a nivel mundial. Tiene una elevada capacidad de sufrir variaciones en sus antígenos de superficie (unas proteínas presentes en la superficie del virus que tienen especial relevancia en la capacidad de infección). Estas variaciones implican la aparición de nuevos virus gripales, frente a los que el ser humano no tiene protección: por este motivo la vacuna debe actualizarse y administrarse cada año. La infección se transmite por los sujetos enfermos hasta 3-5 días después de la aparición de los primeros síntomas que suele darse a los 1-5 días de haber contraído el virus. Se transmite con mucha facilidad por vía aérea, contacto directo entre personas etc.
En general produce síntomas como malestar, dolor de cabeza, fiebre, pesadez muscular, congestión nasal y tos seca que pueden llegar a tener importantes implicaciones en determinados grupos poblacionales, como ancianos y enfermos crónicos entre otros. Es una infección autolimitada y la mayoría de las personas se recuperan en una o dos semanas, pero en algunos casos pueden desarrollarse complicaciones: las personas mayores y las que padecen enfermedades crónicas son las que potencialmente se verían más expuestas a neumonías, bronquitis, sinusitis u otitis. Puede haber también deshidratación y empeoramiento de enfermedades crónicas preexistentes como diabetes, asma o problemas cardiacos.

Es importante también destacar que al ser una enfermedad viral, no se puede curar con antibióticos dado que hay que recordar que son totalmente inútiles a la hora de combatir frente a ellos. Al contrario: su uso desconsiderado sirve solamente a aumentar las resistencias de las bacterias a esos antibióticos.
Afortunadamente estos síntomas se pueden prevenir siguiendo unas normas básicas de higiene como pueden ser: lavarse las manos frecuentemente, evitar lugares hacinados, reposo e hidratación, humidificar el ambiente, evitar cambios bruscos de temperatura, taparse la boca al toser además de recordar siempre que es importante acudir al médico antes cualquier complicación.
Otra posibilidad que tenemos para intentar evitar el contagio por este virus es la vacunación.

¿Tengo que vacunarme este año si ya lo hice el año pasado?

Sí. Los anticuerpos que se producen tras recibir la vacuna disminuyen con el tiempo y por tanto no garantizan una adecuada protección al año siguiente. Además, cada año se producen diferentes modificaciones del virus de la gripe, haciendo necesario adaptar la vacuna a las cepas que circulan en cada temporada.

¿Quién se debe vacunar frente a la gripe?

La vacunación se recomienda fundamentalmente para las personas con alto riesgo de sufrir complicaciones en caso de padecer la gripe y para las personas en contacto con estos grupos. Esta temporada 2017/2018 tiene como objetivo hacer especial énfasis en la población de 60 años y más edad, teniendo como novedad la vacuna adyuvada para todos los mayores de 70 años. Además, como otros años, se incluyen en los grupos de población en los que se recomienda la vacunación antigripal a los niños y adultos (mayores de 60 años) que presenten enfermedades crónicas cardiovasculares, asma, diabetes, insuficiencia renal y mujeres embarazadas entre otros.

¿Dónde puedo buscar información para saber si pertenezco a uno de los grupos incluidos entre los que se recomienda la vacunación?

Sitios recomendables para buscar este tipo de información son la web del Gobierno de Canarias, el 012 (llamando directamente), el mismo centro de salud de pertenencia o el farmacéutico de confianza.

¿Dónde puedo ir para recibir esta vacunación?

En el mismo Centro de Salud de pertenencia, si estamos incluidos en uno de los grupos a los cuales se les recomienda la vacunación, nos pueden administrar la vacuna de la gripe. Esto no supone ningún coste para el ciudadano. También si somos extranjeros no residentes, gozamos de los mismos beneficios de todos los demás y por tanto, yendo al Centro de Salud más cercano y presentando el pasaporte, podemos recibir la vacuna de la gripe sin tener que pagar nada (siempre y cuando estemos en uno de esos grupos a los cuales se les recomienda vacunarse).

Para estas y cualquier otra pregunta, no dude en preguntar a su farmacéutico de confianza.

¿Quién alguna vez no ha escuchado decir: “el médico me ha recetado un antibiótico pero como ya me siento bien, lo he dejado de tomar”?

Según la OMS, la resistencia a los antimicrobianos (o farmacorresistencia) es la capacidad que tienen los microorganismos (como bacterias, virus y algunos parásitos) de impedir que los medicamentos antimicrobianos (como antibióticos, antivíricos y antipalúdicos) actúen contra ellos. En consecuencia, los tratamientos habituales se vuelven ineficaces, las infecciones persisten y pueden transmitirse a otras personas.
Una de las causas que acelera este fenómeno es el uso indebido y abusivo de estos fármacos, principalmente de los antibióticos.

En general se recomienda:
• Tomar antibióticos únicamente cuando los prescriba un facultativo.
• No demandar antibióticos si los profesionales sanitarios dicen que no son necesarios.
• Seguir siempre las instrucciones de los profesionales sanitarios con respecto al uso de los antibióticos.
• No utilizar los antibióticos que le hayan sobrado a otras personas.
• Prevenir las infecciones lavándose las manos, preparando los alimentos en condiciones higiénicas, evitando el contacto íntimo con enfermos, velando por la seguridad de las relaciones sexuales y manteniendo las vacunaciones al día.
• Trabajar en la prevención y mantener un sistema inmunitario fuerte puede ayudar a prevenir las infecciones.

Recuerde que las resistencias aumentan si:

– Se usan innecesariamente los antibióticos cuando no están indicados.
– Se administran dosis insuficientes.
– Se suspende el tratamiento antes de cumplir el tiempo necesario, que es muy variable dependiendo del tipo de infección.

¡El uso responsable de los medicamentos depende de todos!

Referencias: Organización mundial de la salud.¿Qué es la resistencia a los antimicrobianos?

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